sábado, 16 de enero de 2010

MOMENTO DE TENSIÓN

Mi primo y yo acababamos de sufrir un terrible accidente de moto. Nos dirigiamos a la casa de mi abuela cuando de repente un coche que circulaba en sentido contrario se topó en nuestro camino. La Yamaha de mi primo no pudo hacer nada para esquivarlo y los dos salimos disparados hacia la acera. Cuando me desperté estaba en un hospital, no recordaba nada. Entonces un médico me contó todo lo que me había pasado y me dijo que fuese a ver a mi primo, que se encontraba en un grave estado de salud.
Llegue tan rápido como pude a la habitación 313 de la segunda planta, tal como me dijo el médico y allí en una cama estaba mi primo. Le acababan de hacer una operación, ya que su caida fue casi mortal, y yo me encontraba a la espera de recibir buenas noticias.
Fue el minuto mas lento de mi vida, miraba una y otra vez al reloj de la habitación y este parecía no moverse. Me temblaban las piernas y no podía dejar de comerme las uñas. Quería que ésta situación acabara cuanto antes. En este momento de desesperación, me fijé en mi primo y pude observar como abria débilmente sus enormes ojos castaños y entonces me acerque a él. Le cojí la mano y el me sonrió y se dispuso a decirme algo:
- Alejandro (con voz casi quebrada y muy débil), me alegro de que tu estes bien. Mi vida ha sido un paso fugaz por la faz de la tierra, pero aún así me alegro de haber hecho todas las cosas que hice. Tenía que haber aprovechado más la vida y solo me queda soñar con que tu cumplas todos tus sueños. Dile a mi novia Nuria que la quiero y a toda la familia que les adoro. Que no lloren por mi pérdida y que no contagien la tristeza de mi marcha.
Tan pronto como dijo esas palabras, sus enormes ojos castaños se cerraron por última vez y su alma se desvaneció.


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